Tuesday, May 29, 2012

Oscar Vladislas de Lubicz Milosz - Sinfonía de noviembre

SINFONÍA DE NOVIEMBRE

Será totalmente como en esta vida. El mismo cuarto
—Sí, niño mío, el mismo—. Al amanecer, el pájaro de los tiempos
en la enramada
pálida como una muerta: después las sirvientas se levantan
y se escucha el ruido helado y seco de los baldes

en la fuente. ¡Oh terrible, terrible juventud! ¡Corazón vacío!
Será totalmente como en esta vida. Habrá
voces pobres, las voces de invierno de los viejos suburbios,
el vidriero con su canción alternada,

la abuela cansada que bajo el sucio bonete
grita los nombres de los peces; el hombre del delantal azul
que escupe en su mano gastada por cargar la parihuela
y aúlla no se sabe qué, como el Ángel del juicio.

Será totalmente como en esta vida. La misma mesa,
la Biblia, Goethe, la tinta y su olor a tiempo,
el papel, blanca mujer que lee el pensamiento,
la pluma, el retrato. ¡Niño mío, niño mío!

¡Será totalmente como en esta vida! —El mismo jardín,
profundo, profundo, espeso, oscuro. Y hacia el mediodía,
las gentes se alegrarán de estar allí reunidas,
quienes nunca se han conocido y que no saben,

unos de otros, más que esto: que será necesario vestirse
como para asistir a una fiesta en la noche
de los desaparecidos, completamente solo, sin amor y sin lámpara.
Será totalmente como en la vida. La misma alameda.

Y (en el mediodía de otoño), a la vuelta de la alameda,
allá donde el bello camino desciende temerosamente, como la mujer
que va a coger las flores de la convalecencia —escucha, niño mío—
Nos encontraremos, como antaño, aquí;

Y tú has olvidado, tú, el color de tu traje de entonces;
pero yo, yo no he conocido más que unos cuantos instantes felices.
Estarás vestido de violeta pálido, ¡hermosa tristeza!
y las flores de tu sombrero serán tristes y pequeñas

y yo no sabré su nombre; pues no he conocido en la vida
más que el nombre de una flor pequeña y triste, el miosotis,
vieja adormidera de los barrancos en el país del escondite, flor
huérfana. ¡Sí, sí, profundo corazón! Como en esta vida.

Y el oscuro sendero estará allí, todo húmedo
de un eco de cascadas. Y yo hablaré
de la ciudad sobre el agua y del Rabí de Bacharach
y de las noches de Florencia. Estará también

El muro bajo y en ruinas en que dormitaba el olor
de las viejas, antiguas lluvias, y una hierba leprosa,
fría y grasosa, sacudirá allí sus flores hueras
en el arroyuelo mudo.


Lubicz Milosz
Traducción de Carlos Ciro


Texto original:

SYMPHONIE DE NOVEMBRE

Ce sera tout á fait comme dans cette vie. La même chambre.
—Oui, mon enfant, la même. Au petit jour, l'oiseau des temps
dans la feuillée

Pâle comme une morte: alors les servantes se lèvent
Et l'on entend le bruit glacé et creux des seaux

A la fontaine. O terrible, terrible jeunesse! Cœur vide!
Ce sera tout a fait comme dans cette vie. II y aura

Les voix pauvres, les voix d'hiver des vieux faubourgs,

Le vitrier avec sa chanson alternée,

La grand-mère cassée qui sous le bonnet sale

Crie des noms de poissons, l'homme au tablier bleu
Qui crache dans sa main usée par le brancard

Et hurle on ne sait -quoi, comme l'Ange du jugement.

Ce sera tout à fait comme dans cette vie. La même table,
La Bible, Goethe, l'encre et son odeur de temps,
Le papier, femme blanche qui lit dans la pensée,
La plume, le portrait. Mon enfant, mon enfant!

Ce sera tout a fait comme dans cette vie! — La même jardin,
Profond, profond, touffu, obscur. Et vers midi

Des gens se réjouiront d'être réunis la
Qui ne se sont jamais connus et qui ne savent

Les uns des autres que ceci: qu'il faudra s'habiller
Comme pour une fête et aller dans la nuit

Des disparus, tout seul, sans amour et sans lampe.

Ce sera tout a fait comme dans cette vie. La même allée:

Et (dans l'après-midi d'automne), au détour de l'allée,

Là où le beau chemin descend peureusement, comme la femme
Qui va cueillir les fleurs de la convalescence —écoute, mon enfant—,
Nous nous rencontrerons, comme jadis ici;

Et tu as oublié, toi, la couleur d'alors de ta robe;
Mais moi, je n'ai connu que peu d'instants heureux.
Tu seras vêtu de violet palé, beau chagrin!,

Et les fleurs de ton chapeau seront tristes et petites

Et je ne saurai pas leur nom: car je n'ai connu dans la vie
Que le nom d'une seule fleur petite et triste, le myosotis,
Vieux dormeur des ravins au pays Cache-Cache, fleur
Orpheline. Oui, oui, cœur profond! comme dans cette vie.

Et le sentier obscur sera la, tout humide
D'un écho de cascades. Et je te parlerai

De la cité sur l'eau et du Rabbi de Bacharach
Et des nuits de Florence. II y aura aussi

Le mur croulant et bas où somnolait l'odeur
Des vieilles, vieilles pluies, et une herbé lépreuse,
Froide et grasse secouera là ses fleurs creuses
Dans le ruisseau muet.


Oscar Vladislas de Lubicz Milosz. Poèmes.

Canción monótona - Teixeira de Pascoaes

CANCIÓN MONÓTONA

Monotonía...
Siempre la imagen de las cosas que nos pesa...
El mismo color bermejo de la Alegría,
el mismo claroscuro de la Tristeza...
Siempre, en el mismo cuerpo, la misma enfermedad: ¡la vida!
Siempre la misma elegía, en sílabas de pena...
Siempre el mismo perfil de sierra empedernida,
donde el invierno, llorando, dibuja espectros de agua.
Bocas siempre de tedio envenenando el mundo...
Una noche perpetua, enmudecida y calma...
Negro abismo de lágrimas profundo,
estancamiento del dolor, en yermas lejanías del alma...
La memoria en planicie estéril y desierta.
Oír, durante el día, el lloro de una fuente...
Siempre la misma ventana, eternamente abierta,
sobre el mismo horizonte...
En los ojos, siempre la misma indefinida imagen...
Siempre el mismo rosal floreciendo para mí...
Siempre el mismo silencio, en formas de paisaje;
Ave siempre cantando, ¡mañana de sol sin fin!
Una perpetua sonrisa, en la flor del mismo rostro...
En un gélido cristal, la misma figura absorta...
Bajo un eterno ocaso.
Eterna planicie muerta...


En sones de espuma y niebla, la eterna voz del Mar,
muriendo, viviendo en los arenales del más allá...
Un eterno sepulcro, a la luz de un luar eterno...
La misma vida, era para nosotros, vivida por nadie—
Constante calma, eterno mar inmóvil...
Este íntimo Alentejo en que se pierde la gente...
En nuestro propio ser, el Tiempo desmayado...
El mismo, el mismo, en nosotros, perpetuamente.

Teixeira de Pascoaes
Traducción de Carlos Ciro


Texto original:

CANÇÃO MONÓTONA

Monotonia...

Sempre a imagem das cousas que nos pesa...
A mesma cor vermelha da Alegria,

O mesmo claro-escuro da Tristeza...
Sempre, no mesmo corpo, a mesma doença: a vida! Sempre a mesma elegia, em sílabas de mágoa...
Sempre o mesmo perfil de serra empedernida,
Onde o inverno, a chorar, desenha espectros de água.
Bocas sempre de tédio a envenenar o mundo...
Uma noite perpétua, emudecida e calma...
Negro pego de lágrimas profundo,

Estagnação da Dor, em ermos longes de alma...
A memória em planície estéril e deserta.
Ouvir, durante o dia, o choro duma fonte...

Sempre a mesma janela, eternamente aberta,

Sobre o mesmo horizonte...

Nos olhos, sempre a mesma indefinida imagem...
Sempre a mesma roseira a florescer por mim...
Sempre o mesmo silêncio, em formas de paisagem;
Ave sempre a cantar, manhã de sol sem fim !
Um perpétuo sorriso, à flor do mesmo rosto...
Num gélido cristal, a mesma face absorta...
Sob um eterno sol-posto.

Eterna planície morta...

Em sons de espuma e névoa, a eterna voz do Mar,
A morrer, a viver nos areais de além...

Um eterno sepulcro, à luz de eterno luar...

A mesma vida, era nós, vivida por ninguém. —
Constante calmaria, eterno mar parado...
Este íntimo Alentejo em que se perde a gente...
Em nosso próprio ser, o Tempo desmaiado...

O mesmo, o mesmo, o mesmo, em nós, perpetuamente.


Teixeira de Pascoaes. Obras Completas. I Volume. Lisboa. Livraria Bertrand. pp. 292-293

Saturday, May 26, 2012

Sodalita

SODALITA

      ¿Qué eco guardas para mí, escombro de noche?, ¿qué nombre yace olvidado en tu dureza azul y mana en las comisuras de mi ojo? Calcíferos surcos buscan en ti su sombra y ritman mi duermevela.
      Es tu color el filo de mis uñas que buscan tu puerta y el frío que cala en mi lengua. ¡Di algo! Deja que emerja tu voz resquebrajando mis dedos.

Thursday, May 24, 2012

Vrai nom - Yves Bonnefoy - Verdadero nombre

VRAI NOM

Je nommerai désert ce château que tu fus,
Nuit cette voix, absence ton visage,
Et quand tu tomberas dans la terre stérile
Je nommerai néant l’éclair qui t’a porté.

Mourir est un pays que tu aimais. Je viens
Mais éternellement par tes sombres chemins.
Je détruis ton désir, ta forme, ta mémoire,
Je suis ton ennemi qui n’aura de pitié.

Je te nommerai guerre et je prendrai
Sur toi les libertés de la guerre et j’aurai
Dans mes mains ton visage obscur et traversé,
Dans mon cœur ce pays qu’illumine l’orage.

Yves Bonnefoy, Du mouvement et de l’immobilité de Douve


VERDADERO NOMBRE

Daré el nombre de yermo al castillo que fuiste,
noche a esa voz, a tu figura ausencia,
y cuando caigas en la tierra estéril
daré el nombre de nada al rayo que te trajo.

Morir es un país que tú amabas. Yo vengo,
mas vengo eternamente por tus sendas sombrías.
Destruyo tu deseo, tu forma, tu memoria,
soy tu enemigo y no me apiadaré.

Guerra te llamaré y me tomaré contigo
las libertades de la guerra y yo tendré
en mis manos tu rostro oscuro y penetrado
y ese país que alumbra la tormenta en mi pecho.

Yves Bonnefoy (Del movimiento y la inmovilidad de Douve. Madrid. Visor. 1978. Traducción de Carlos Piera)

Dos poemas de Eugénio de Andrade

  Dos poemas de Eugénio de Andrade (Portugal, 19-1-1923 - 13-6-2005).      Las palabras Son como cristal, las palabras. Algunas, un p...