Friday, November 30, 2018

Comiendo poesía. Mark Strand

Ayer, 29 de noviembre, se cumplían cuatro años de la muerte de Mark Strand, el poeta norteamericano nacido en Canadá el 11 de abril de 1934, lo recuerdo hoy con este poema:


COMIENDO POESÍA

Rueda tinta por los bordes de mi boca.
No hay felicidad como la mía.
He estado comiendo poesía.

La bibliotecaria no puede creer lo que ve.
Sus ojos están tristes
y camina con sus manos en el vestido.

Los poemas se han marchado.
La luz es tenue.
Los perros ascienden desde las escaleras del sótano.

Sus ojos se entornan,
sus piernas rubias arden como zarzas
La pobre bibliotecaria comienza a zapatear y a llorar.

Ella no comprende.
Cuando me pongo de rodillas y lamo su mano,
ella grita.

Soy un hombre nuevo.
Le gruño y le ladro.
Jugueteo con júbilo en la oscuridad libresca.


Mark Strand
Traducción de Carlos Ciro


Original: EATING POETRY // Ink runs from the corners of my mouth. / There is no happiness like mine. / I have been eating poetry. // The librarian does not believe what she sees. / Her eyes are sad / and she walks with her hands in her dress. // The poems are gone. / The light is dim. / The dogs are on the basement stairs and coming up. // Their eyeballs roll, / their blond legs burn like brush. / The poor librarian begins to stamp her feet and weep. // She does not understand. / When I get on my knees and lick her hand, / she screams. // I am a new man. / I snarl at her and bark. / I romp with joy in the bookish dark.
Mark Strand, “Eating Poetry” tomado de: Reasons for moving. 1968.




Saturday, March 31, 2018

Pietà - Rainer Maria Rilke





Pietà (Michelangelo). Fotografía de Aurélio Améndola

PIETÀ



Pleno está ya mi dolor, y sin nombre

me colma. Pasmo con el íntimo

pasmo de la piedra.

Dura como soy, tan solo esto sé:

Te has hecho grande —

…… y te has hecho grande,

hasta que con un dolor aún más grande,

la medida de mi corazón

sobrepasaste.

Yaces ahora atravesado en mi regazo

y yo no puedo ya, nunca más,

darte a luz.





Rainer María Rilke (En: Vida de María, 1912)

Traducción de Carlos Ciro





Original:



PIETÀ


Jetzt wird mein Elend voll, und namenlos

erfüllt es mich. Ich starre wie des Steins

Inneres starrt.

Hart wie ich bin, weiß ich nur Eins :

Du wurdest groß –

...... und wurdest groß,

um als zu großer Schmerz

ganz über meines Herzens Fassung

hinauszustehn.

Jetzt liegst du quer durch meinen Schooß,

jetzt kann ich dich nicht mehr

gebären.





Rainer Maria Rilke (In: Das Marien-Leben, 1912)


Friday, February 09, 2018

"En el desierto hay infinitos caminos. La sed es uno de ellos". Carlos Andrés Jaramillo. Toda la soledad que era mía.

"En el desierto hay infinitos caminos. La sed es uno de ellos"


Recuerdo, con facilidad, la primera frase de Carlos Andrés Jaramillo que me fue dado leer: «Hemos abierto nuestra soledad». Se trataba del primer verso de uno de los poemas de su libro ‘Extinciones’ (Sílaba, 2014). Bastó para buscar el diálogo, para desplegar un camino.

Al conocerlo se percibe de inmediato. Carlos es, medularmente, un escritor. Las palabras salen de su boca limpias y precisas, tocan el aire como a un papel donde cala aún el asombro; pero es en su escritura donde más cómodas se suceden, donde se saben llamadas a representar también el papel de las palabras indecibles, de las palabras que en sí mismas callan. Los cuentos de Carlos Andrés Jaramillo, acompañan, tienden al lector su mano, abren su soledad. Comencé la lectura definitiva de este conjunto de narraciones un día templado en el que algo de lluvia mantenía un aroma de suspensión, poco a poco, en el desplegado sosiego de la tarde, personajes y situaciones aparecían ante mis ojos como reflexiones corporeizadas sobre la vida, el arte, la historia, dejaban ver, de lado a lado, la amistad y el dolor, la belleza y la soledad infinita de los objetos y seres, los gestos y el tiempo.

Jaramillo, Carlos Andrés. Toda la soledad que era mía.
Medellín, Sílaba Editores, 2017. ISBN: 978-958-56415-6-3
Toda la soledad que era mía es un libro de otro orden, su disposición es, a un tiempo, metafísica y científica, y su escritura, poética y narrativa. Allí donde unas y otras confluyen brotan presencias sencillas que delatan la complejidad de todo, el calado insospechado de toda superficie. He pensado, con los personajes de los cuentos de Carlos Andrés Jaramillo, en aquello que Michaux –escribe– querría pintar al hacer un retrato, «un fantasma interior… un ser fluido que no corresponde a los huesos ni la piel… sino más bien aquello que los amigos, enemigos, parientes y conocidos ven de inmediato»; sin exageraciones ni contención y sin apelar a formulas manidas ni vulgares estereotipos. Como acuarelas que, desde la punta del pincel, sobre el papel húmedo persiguen la capilaridad de su emoción dormida, son palabras sencillas las que en estos cuentos acunan cariñosas la infelicidad y la miseria, la bondad y la compasión ante el dolor incompartible, ante el grito que nunca puede alcanzar un oído.

Un personaje, más entrañable para mí por el gesto fraternal del autor en sus páginas, dice: «Quiero despedirme del agua». Como lector, no tengo más remedio que ir en contra y saludar en este libro la posibilidad de un agua nueva qué beber en la narrativa colombiana, un agua tranquila y limpia que, como la buena literatura no apaga la sed sino que la prolonga, que hace de ella camino y esperanza. Porque «hemos abierto nuestra soledad» aún a sabiendas de que nada puede entrar en ella, pero también de que lo bello (lo humano, el amor, la verdad, la amistad) puede agrietarla.


Carlos Ciro
Medellín, enero de 2018


Wednesday, January 17, 2018

"Un poema no ha de significar / sino ser", Ars poética de Archibald Macleish

Recupero hoy, de un viejo archivo, este poema del norteamericano Archibald Macleish (1892-1982), ganador de numerosos premios y autor de más de una veintena de libros de poesía.


ARS POÉTICA

Un poema ha de ser palpable y mudo
como un fruto henchido.

Mudo
cual antiguos medallones al pulgar,

silentes como la piedra desgastada
en el quicial de la ventana cubierto de moho.

Un poema ha de ser sin palabras
como el vuelo de aves.

***

Un poema ha de ser inmóvil en el tiempo
mientras la luna asciende.

Dejar atrás, como la luna deja,
rama tras rama, los árboles enmarañados de noche,

Dejar, como la luna bajo las hojas invernales,
recuerdo a recuerdo la mente.

Un poema ha de ser inmóvil en el tiempo
mientras la luna asciende.

***

Un poema ha de ser igual a:
no verdadero.

Para toda la historia del dolor
un umbral despejado y una hoja de arce.

Para el amor
las hierbas que se inclinan y dos luces sobre el mar.

Un poema no ha de significar
sino ser.

Archibald Macleish
Traducción de Carlos Ciro




Original inglés:

ARS POETICA

A poem should be palpable and mute   
As a globed fruit,

Dumb
As old medallions to the thumb,

Silent as the sleeve-worn stone
Of casement ledges where the moss has grown—

A poem should be wordless   
As the flight of birds.

                         *               

A poem should be motionless in time   
As the moon climbs,

Leaving, as the moon releases
Twig by twig the night-entangled trees,

Leaving, as the moon behind the winter leaves,   
Memory by memory the mind—

A poem should be motionless in time   
As the moon climbs.

                         *               

A poem should be equal to:
Not true.

For all the history of grief
An empty doorway and a maple leaf.

For love
The leaning grasses and two lights above the sea—

A poem should not mean   
But be.



La imagen poética –de difícil interpretación y versión– de la segunda estrofa del primer ciclo del poema, que habla de los "antiguos medallones", cargados de historia,  me hizo pensar en un medallón griego elaborado en ágata (de 3,5 cm de largo) con increíble detalle y que representa una escena de la batalla de Pylos.





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