Relojería
Charles Simic ha dicho que «en su esencia, un poema lírico trata del tiempo detenido. El lenguaje avanza en el tiempo, pero el impulso lírico es vertical». En su poema, Relojería (o “Reparación de relojes”, aún no decido cómo traducir el título), la relojería de nuestra conciencia del tiempo, y cómo la ilusión de poder medirlo es a un tiempo reacción y adaptación a nuestra condición mortal. El poema es toda una fotografía del tiempo detenido, pero también, del tiempo que incidiosamente se detiene en la muerte. Nacido en Yugoslavia, en 1938, conserva sin duda, entre sus primeros recuerdos, entre sus imágenes mentales, recuerdos de su natal Belgrado bombardeada en 1941. El infinito borbotea en el tiempo detenido del poema, en su eternidad de piñones y volantes mínimos y tenues como una gota de lluvia, mientras el café, hierve, cauteloso como el corazón ante la pesadilla, mientras saboreamos nuestras vidas que son solo paso.
Relojería
Un pequeño piñón
incandescente,
tembloroso como
una mariposa ensartada.
Manecillas lanzadas
en todas direcciones:
la intersección
que uno alcanza
en una pesadilla.
Por encima de eso
el número 12 preside
como un apicultor
sobre el zumbador enjambre
del reloj abierto.
Otros piñones
que podrían caber
en una gota de lluvia.
Herramientas
que han de ser pinzas
del resplandor de estrellas árticas.
Diminutos molinos dorados
moliendo invisibles
granos de café.
Cuando el café hierve
cauteloso,
para no quemarnos,
lo elevamos
hasta los labios
de la más próxima
oreja.
Charles Simic
Traducción de Carlos Ciro
Original en inglés:
Watch Repair
A small wheel
Incandescent,
Shivering like
A pinned butterfly.
Hands thrown up
In all directions:
The crossroads
One arrives at
In a nightmare.
Higher than that
Number 12 presides
Like a beekeeper
Over the swarming honeycomb
Of the open watch.
Other wheels
That could fit
Inside a raindrop.
Tools
That must be splinters
Of arctic starlight.
Tiny golden mills
Grinding invisible
Coffee beans.
When the coffee’s boiling
Cautiously,
So it doesn’t burn us,
We raise it
To the lips
Of the nearest
Ear.
Charles Simic (‘Watch Repair’. Selected Early Poems)
Comments